lunes, 27 de enero de 2014

Navegante (escritura sorpresa)

Hola qué tal. Comenzamos el 2014 con una nueva historia para Adictos a la Escritura. En esta ocasión, el ejercicio a desarrollar fue muy simple y divertido, ya que contaba con el factor sorpresa de su lado.

     Se llamó "Escritura sorpresa - Los géneros ocultos" y constó de lo siguiente: en una primera fase se presentaron una serie de seis imágenes diversas y debidamente numeradas de las cuales solamente debíamos escoger. Y ahora, aquí viene lo interesante: cada imagen tenía un género asociado a ella que no se reveló sino hasta días después. Así que en conclusión, debíamos escribir una breve historia relacionada con la imagen que habíamos escogido y que correspondiera al género que nos había tocado.

     A mí me tocó la siguiente imagen y el género FANTÁSTICO. Aquí está el resultado.


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Navegante

La niña vivía a la orilla del mar y practicaba dos artes muy parecidas: la magia y la escultura. Ambas estaban prohibidas.

     Hace mucho tiempo los pescadores de aquél poblado olvidado del mundo proscribieron cualquier tipo de arte mística por motivos que aún desconocemos. También sacrificaron a todos los pintores, escritores y artesanos.

     Cuando a los seis años la niña descubrió que podía crear con sus manos, cometió el error de comentárselo a una amiga, quien rápidamente esparció la noticia. Fueron los desesperados ruegos de su madre quienes la salvaron de morir ejecutada. Ella juró por todo lo sagrado que jamás volvería a crear nada con sus manos hasta el día de su muerte. Está por demás decir que juró en vano.

     A los siete años descubrió algo más. Comenzó como un leve cosquilleo que recorría su cuerpo a través de su sangre, una sensación que poco a poco la llenaba desde el fondo de su alma. Si hubiera podido hablar con alguien, hubiera descrito su sentir como una planta que se abre paso entre las piedras para poder convertirse en un gran árbol. Aquello, era la magia.

     Lo supo cabalmente un día en que, sin querer, unas palabras desconocidas salieron de su boca. Al instante todo el rocío que reposaba sobre el césped a su alrededor se transformó en pequeñas burbujas color púrpura que reventaron tras unos breves segundos de existencia. La niña estaba muy emocionada con su reciente descubrimiento pero esta vez, de forma sensata, lo mantuvo en secreto.

     A partir de ahí pasó tardes enteras entrenando sus nuevas habilidades en un rincón secreto de la playa. Nadie pasaba por ahí y, si de casualidad alguien se acercaba, podía ocultarse en una vieja barca abandonada en las inmediaciones. Muy pronto fue capaz de combinar sus dos talentos, utilizando la magia para esculpir y darle vida a sus creaciones.

     Del barro o de los desperdicios metálicos surgían gran cantidad de figuras, desde barquitos hasta enormes perros. Pasaba las tardes y noches jugando con ellos y, cuando los dotaba también del don del habla, se contaban mutuamente infinidad de historias.

     Su favorita, sin embargo, era una escultura de alambre, con forma humanoide y de tamaño natural que le había costado dos días en concluir. Esta era la que mejores historias contaba y la que la hacía más feliz porque, además de todo, le gustaba contemplar el mar junto a ella.

     “Puede que mi cuerpo sea solo alambre, pero mi espíritu proviene del mar. Soy el hijo de las olas y vástago de las estrellas. Mi lugar está más allá de los confines de lo posible”. Le decía esto constantemente y, cuando lo hacía, a la niña le entraban ganas de llorar.

     Con el pasar de los años la niña se convirtió en una hermosa mujer que no se cansaba de rechazar a los pretendientes del pueblo pues estaba enamorada de su escultura de alambre que tantas historias contaba. Tan prendada estaba de ese espíritu navegante que se olvidó de crear otras esculturas y hasta la magia, tan llena de vida en otro tiempo, se tornó fría y monótona.

     Algo extraño había pasado también en ese tiempo, aunque ella no lo notara. Y es que su escultura había cambiado: la arena se había ido pegando a los delgados alambres que conformaban su esqueleto, creando algo semejante a la carne y a la piel. Ahora era un hombre de piel pálida y arenosa. Sin embargo, la mujer lo seguía amando porque ella lo había creado y le contaba historias maravillosas.

     “Mi lugar está con los soles del firmamento y algún día he de volver a ellos, pero antes necesito prepararme. Tengo ya piel, huesos y carne, pero me falta cabello. ¿Podrías tú darme un poco?”

     La mujer, que tanto lo amaba, no tardó en cumplir su deseo. Pero había olvidado ya el lenguaje de la magia y solo pudo cortarse su propio cabello para otorgárselo a él. Lo amaba tanto que le daría lo que fuera: sus uñas, sus labios, su lengua y sus ojos. Así, la mujer se convirtió en una anciana ciega.

     “Muy pronto he de volver a donde pertenezco”, le dijo un día la escultura. “Pero antes debes ayudarme a reparar esta barca para navegar hasta mi hogar”. Y la anciana, que tanto lo amaba por las hermosas historias que le contaba, ocupó las últimas fuerzas que le quedaban para reparar la pequeña embarcación. Cuando terminó, cayó desfallecida sin poder apenas respirar.

     Se arrastró con su último aliento hasta donde estaba su escultura y le rogó con sollozos, pues ya no podía hablar, que la llevara con él. Y cuando él se negó, no pudo hacer más que estallar en llanto.

     “No llores, que podemos remediarlo”, le dijo la escultura. “Solo tienes que darme un corazón para que yo pueda amarte también”.




Al siguiente día, unos pescadores perdidos hallaron el cuerpo sin vida de la anciana ciega sobre la arena. Tenía una gran sonrisa en el rostro aunque parecía que le hubieran arrancado el corazón del pecho. A su lado se veían, sobre la arena, otro par de huellas junto a las marcas que deja una barca al ser arrastrada por la costa.

     Uno de los pescadores alzó la vista, esperando hallar quizás al culpable en alta mar. No vio nada más que el cielo nublado reflejándose en la superficie cristalina del agua.


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Y eso es todo por hoy. Sé que no es mi mejor trabajo hasta ahora, pero tampoco tuve mucho tiempo. Por ahí me dicen qué tal les pareció.

16 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho. muy bien narrado y bien llevado el género!!
    Felicidades!!

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  2. Una hermosa historia, triste pero hermosa. Gracias por compartir. Saludos.

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  3. Vaya la escultura, no era egoísta. Me ha gustado mucho, has sabido contar una historia de fantasía según dictaba la imagen de la playa. Debo indicarte, no obstante, que la mujer pasó de hermosa a anciana y ciega en un "abrir y cerrar de ojos", y me dejó algo frío esto. Por lo demás debo reconocer que me encantó. Nos seguiremos leyendo.

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  4. Me pareció una historia que cubre todos los requisitos de la fantasía.
    Me hiciste pensar en que, a veces, es posible dar hasta el alma por el ser amado y, aún así, no saber si valió la pena.
    Buena historia fantástica: Doña Ku

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  5. Muy interesante, felicitaciones :)

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  6. Fantasía pura! Muy bonito, me gustó mucho!

    besito

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  7. Oye, pero esto está de maravilla!!!

    Me emocioné mucho leyendo, está muy poético y lindísimo.

    Han salido muchos cuentos hermosos con este ejercicio, pero el tuyo me ha embrujado, creo que es mi favorito :)

    Te sigo, ha sido un placer encontrar tu blog.

    Besos.

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  8. Buenas noches y mucho gusto :)

    Me gustó tu relato, no es difícil encontrar paralelismos con el día a día de muchas personas, en muchas relaciones.
    Está muy bien narrado, el hilo narrativo me parece muy coherente.

    Un beso,

    Ellora.

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  9. ¡Qué trágico! Y yo que pensaba que terminaría de una forma más feliz, pero aún así me ha gustado. Me ha gustado mucho la narración amena y entretenida. ¡Un beso!

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  10. Hola!
    Muy buen relato, muy bien narrado. Me encantan este tipo de historias.
    Un gusto leerte!

    Saludos!!

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  11. Una historia muy hermosa y mágica ;). Muy bien contada, te felicito.
    Aunque hay dos detalles en la narración que no entendí bien, o no supe interpretarlos; cuando dices que, "lo amaba tanto que le daría lo que fuera: sus uñas, sus labios, su lengua, sus ojos". Yo pensaba que era metafórico, pero luego añades que, "Así, la mujer se convirtió en una anciana ciega"; lo mismo que cuando le entrega su corazón; me dejó helada esa imagen.
    Espero que no te moleste, ha sido un placer leer tu relato. Saludos.

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  12. Ahhhh. Qué historia tan.... trágica.
    Esa última petición, sobre todo, porque me deja la impresión triste de que es sincero, y me imagino su dolor al amarla cuando ya es tarde. Un sólo corazón y dos personas... sólo una puede amar a la vez. Eso es muy triste.

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  13. Ohhh cielos! Te ha quedado muy bien alegre y triste hum.
    Muy buen trabajo

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  14. Presentación y narrativa impecable. Me ha gustado mucho. Saludos

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  15. Que escultura más egoísta! me dio algo de dolor por la muchacha, porque lo dio todo y él se fue y la dejó así...
    Un hermoso relato.
    Por cierto, ya te sigo! besotes!

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  16. Con las dos primeras frases ya me tenías enganchada. Un comienzo genial. Continuaste y cada vez me fui sumergiendo más en esta historia, tan trágica como hermosa. Me ha llegado al corazón tanto por la forma de relatarlo como por la trama en sí, que provoca congoja. Hay grandes frases en este relato, pero bueno, el relato entero es grande. Muy, muy bueno, de verdad. Besos.

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